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El gran problema del estrés: cómo ayudar a los más peques.

Hay que tener en cuenta que los niños pequeños son más vulnerables a la hora de afrontar los problemas que se les pueden presentar en el día a día con lo que conlleva tener que tener una rutina de trabajo desde bien pequeños. Para ello,nos gustaría ofrecerles una serie de consejos para ayudar a los más pequeños para que no sufran estrés.

1. Tienes que decirle lo que quieres con claridad. No hay que hacerles sentir a los niños que queremos obtener información sobre su vida de una forma indiscreta sino, hay que darle la confianza suficiente para que si le ha pasado algo en el colegio pueda contártelo con tranquilidad.
2. Utiliza frases en las que utilices sentimientos que puede estar teniendo tu hijo. Por ejemplo puedes utilizar expresiones como "Debe haberte molestado" o "No me extraña que". Así los niños se sienten comprendidos.
3. Otro aspecto importante es que tienes que aprender a escuchar al peque.Esto es relevante y hay que hacer que tu hijo se exprese con tranquilidad y sin interrupciones que puedan ponerle nervioso. Hay que evitar la preocupación.
4. Si observas que tu hijo puede estar demasiado preocupado o observas que alguna situación "le está superando" hay que cambiar la situación. A veces, no somos conscientes que los niños ya tienen demasiadas obligaciones asistiendo a la escuela y los cargamos con demasiadas actividades extra-escolares. Podría ser una buena opción suprimir alguna de las actividades de la tarde.
5. Dale la confianza suficiente como padre/madre/tutor para que pueda hablar contigo sobre lo que quiera y, además, que no se limite simplemente en la comunicación. Proponer a los niños actividades que les distraigan y les hagan pasárselo bien, es una herramienta positiva para que los niños no tengan preocupaciones innecesarias. 
6. Lo más importante, es no ponerse nervioso ni que nuestro hijo nos vea preocupados cuando esté pasando por una situación complicada (simplemente, puede ser que un día llegue a casa y esté llorando porque ha discutido con un amigo) sino que hay que ser paciente, no tener prisa por resolver el problema y dar a nuestros hijos las mejores estrategias para afrontar posteriores situaciones parecidas.

Piojos

En primer lugar, consideramos que lo más importante que debemos conocer es cómo se transmiten los piojos de unas cabezas a otras.

Se mueven muy rápido, no saltan ni vuelan. Se desplazan con facilidad de una cabeza a otra cuándo dos cabezas se tocan. Hay que saber que la escuela es un lugar propenso a la transmisión de estos. Se difunden fácilmente entre las personas, y en especial entre los niños. 

En segundo lugar, otro de los aspectos relevantes a la hora de enfrentar una infección de piojos es cómo podemos eliminarlos. Es importante limpiar a los niños que estén infectados de forma simultánea para evitar que se infecten los que no lo están. Si algún familiar también está infectado, también deberá hacerse al mismo tiempo.
El tratamiento debe hacerse con el champú que existe para matar a los piojos, hay que seguir muy bien las instrucciones que nos proporciona el champú que utilicemos y repetir la operación 7 u 8 días seguidos.

Proponemos las siguientes medidas para que el contagio de los piojos pueda ser menor:

• Peinar todos los días el pelo, teniendo los cepillos limpios siempre.
• Dar conciencia a los niños de lo que puede suponer utilizar peines, toallas, gorras.., de sus compañeros.
• Revisar las cabezas de los más peques y, sobretodo, si ves que se están rascando mucho o te dicen que les pica.
• Avisar al centro para que informe del posible contagio a los demás padres.

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